martes, 13 de diciembre de 2011

Cuando el amor es para siempre



Director: Gus Van Sant
Género: Drama
País: Estados Unidos
Duración: 91 minutos
Reparto: Mia Wasikowska, Henrry Hopper
Ryo Kase
Año: 2011




La alegría del amor frente a la muerte


Es inevitable a veces ver el trailer de una película antes de ir a verla y eso puede determinar el que se quiera o no pagar por ella; yo ví el video promocional de “Cuando el amor es para siempre” de Gus Van Sant, y con sólo ver la primera imagen de un joven dibujando su cuerpo en el pavimento cual si fueran a hacer el levantamiento de su cuerpo, fue suficiente para tomar la decisión de ir y comprar el ticket.

La historia empieza igual, con esa imagen, para demarcar la temática sobre la que la gira la película directamente relacionada con la muerte; dos personajes que no sabemos de dónde vienen pero que uno intuye para donde van porque él es adicto a los funerales y ella es una enferma terminal de cáncer; esto podría hacer creer al espectador que el film raya en lo dramático, pero Van Sant lo lleva a un ritmo sorpresivo, pues lo dibuja más pintoresco que melancólico.

En ese ambiente de oscuridad empieza a tejerse una historia de amor entre los dos personajes principales que no se dan cuenta en qué momento empiezan a sentir lo que se manifiesta con los actos (porque los discursos no son los que más hablan por ellos o por lo que sienten), pues a los dos los une más que el amor, su gusto y espera por la muerte.

La fotografía y la música no se puede decir que sean elementos destacados, pues la real fuerza del film está en el guión que magistralmente se mueve entre esos dos elementos que una persona “normal” nunca uniría por lo que los dos significan (amor= felicidad, muerte= tristeza).

Y todo ello queda demostrado en la escena en la que él le confiesa su amor en medio de una actuación y ella finge su muerte, es como una burla a lo que podría pasar, es más el espectador pensará que allí termina el film, pero en realidad apenas empieza el desenlace que para sorpresa de muchos no es ni mucho menos elegíaico.

Así es la película que trata de demostrar no que el amor es para siempre como se titula la película, porque no sabemos si así sea para los dos personajes, lo que sí demuestra es que el amor puede llegar antes de la muerte y que la muerte del ser amado no es tan trágica como uno lo pensaría; por eso hay que ver esta hermosa película, para quedar convencidos de que la sencillez y las atmosferas poco irreales (por las situaciones que se vuelen poco creíbles) pueden convertirse en una forma sencilla de ver el mundo y la vida.

martes, 8 de noviembre de 2011

Un octubre sencillo.



Año: 2010
Género: Drama
Título: Octubre
País: Perú
Directores: Daniel Vega y Diego Vega
Guión: Daniel Vega y Diego Vega
Productora: Maretazo cine
Reparto: Maria Carbajal, Carlos Gassols, Bruno Odar, Sofía Palacios, Victor Prada, Gabriela Velasqez.





Un hombre Avaro y frio es el protagonista de este filme, donde se resaltan las costumbres religiosas peruanas y se dibuja una pseudofamilia disfuncional, que no funciona de ningún modo.

Clemente (Bruno Odar) es un hombre que ronda los 40 años y se dedica a prestar dinero a altos intereses o a cambio de objetos de valor que las personas puedan darle (profesión heredada de su padre); vive una vida completamente plana hasta que aparece una bebé en su casa, al parecer fruto de sus aventuras sexuales con una prostituta; debido a ello se ve obligado a contratar a Sofía (Gabriela Velásquez), una mujer que se debate entre el erotismo y la religiosidad y quien junto a la bebé harán que la vida de Clemente se vea trastornada.

Ya desde el inicio de la película se platea el tono, no sólo de la imagen sino de la narración, pues aparecen dos personajes sentados en una mesa desvencijada, lugar en donde clemente lleva a cabo sus negocios, todo en un silencio y un color opaco que resaltará durante los 83 minutos que dura la cinta.

A pesar de ser una película poco sonora y con diálogos muy concretos, se destaca por las actuaciones de los personajes principales, pues parecen vivir en un mundo sin sentimientos que los va atrapando y llevando a un lugar desconocido para ellos, pero que se niegan a aceptar (en este caso clemente, pues Sofía afronta con más valentía lo que siente); a pesar de no tratarse de una película de amor, si se manifiesta un cambio de emociones entre ellos por lo que empiezan a compartir, un ejemplo de ello es la fiesta de cumpleaños sorpresa que le monta Sofia a Clemente, y por el otro lado, el perfume que él compra para obsequiarle.

Además la relación del padre de Clemente con la anciana (nunca se menciona si es su madre), es la contraparte de la historia, porque es un amor que esta mas allá de la vida y de la muerte, pues él hace todo lo posible para estar con ella, diferencia marcada entre lo que pasa entre Clemente y Sofia porque Sobre ese mundo de contradicciones se va tejiendo una historia fría con unos pequeños toque cómicos que le van dando fuerza al filme.

Hay que destacar además el contexto de la historia, pues las situaciones se desarrollan en el mes de octubre, mes en el que en Perú se celebran las fiestas del señor de los milagros, y con el fin de ellas también finalizaran los cambios en las vidas de los personajes, que en su gran mayoría parece que quedaran en el mismo punto inicial pero claramente transformados.

Así es octubre, una película en la que predomina el frio desde el color y desde la actitud de los personajes, que en su narración va mostrando una trasformación en los personajes y que muestra un Perú altamente religioso y pobre, que raya en la miserable, pero que no incomoda sino que devela ese mundo oculto que hay tras las grandes ruinas de un país que tan arraigado en sus tradiciones, por eso hay que verla, porque es un film que enamora desde la sencillez.


domingo, 23 de octubre de 2011

Nostalgia y risas en la playa

Vacaciones en la playa


Título original: Ni á vendre ni á louer
Año: 2011
Duración: 77 min.
País: Francia
Director: Pascal Rabaté
Guión: Pascal Rabaté Música: Alain Pewzner Fotografía: Beinot Chamaillard
Reparto: Jacque Gamblin, Maria de Medeiros, Francois Damiens, Francois Morel, Dominique pinon, Marie Kremer, Arséne Mosca, Chantal Neuwirth, Catherine Hosmalin, Charles Schneider, Gustave Kervern
Productora: Loin Derrière L'Oural
Género: Comedia






Cuando vi el cartel de Vacaciones en la playa en la página del festival de cine Francés, inmediatamente me remití a la foto que se destacaba como imagen de La película “la Prima cosa bella”, una hermosa cinta Italiana de Paolo Virzí (2010) en la que aparece una familia en la playa; tal vez por eso decidí ir a verla, luego me di cuenta que eran totalmente diferentes y que lo único similar es que ambas son comedias dramáticas.

Cuando entré a la sala y el director presentó su película, dijo que era un film sin diálogos, pensé que no la soportaría pero en realidad me llevé una grata sorpresa. Ni à vendre ni à louer (Vacaciones en la playa), es la última película de Pascal Rabaté, dura 77 minutos que para un film sin diálogos parecería mucho, pero podría haber durado más ya que las voces no hacen falta en ningún momento.

Es la historia de varias personas que llegan de vacaciones a una playa de clase media que parece desierta; dos familias: una de ancianos solitarios y otra de unos jubilados con sus hijas, cuatro parejas: una de punkeros, una de ancianos, y otras dos de casados que se entrecruzan; una pareja de ladrones, una familia que entierra a su padre y un empresario sadomasoquista, adornan las imágenes de un film que se destaca por la música y las actuaciones.

La comicidad de la película es la justa, no es exagerada, pero tampoco es sutil, no es forzada ni clichesuda sino más bien original, no es una comedia inentendible sino más bien cotidiana, ello sumado a la hermosa fotografía en la que se desenvuelve la historia hace de este film una cinta muy original.

Los personajes muchas veces parecen caricaturizados (tal vez porque el director hace comics), por la forma de ser y por la forma en la que se desenvuelven; aquí habría que rescatar cosas como la casa de los ancianos solitarios, que mide pocos metros y que se transforma en todo: en sala de tv, en sala de juegos, en habitación y el auto que los acompaña que no es menos gracioso que las situaciones y los lugares.

Otra de las cosas particulares de la película, es la de la familia que reacciona sólo con las ordenes que el papá da con aplausos, o el hecho de que los punkeros dibujen una casa en la playa para dormir, o que el hombre del supermercado sólo tenga pocos productos en su tienda y que además dibuje sus propios códigos de barras; hacen de la historia algo encantador y simple.

Retomando la música hay que decir que se conjuga perfectamente con las imágenes, pues tiene un estilo entre nostálgico y circense que son los dos extremos por los que se mueve la historia, dándole así un toque especial porque muchas veces el espectador debe reír en situaciones trágicas. En general si alguien me preguntara o me dijera que resumiera la película en una sola palabra, lo único que tendría para decir es que es simplemente: hermosa.

domingo, 16 de octubre de 2011

Religión vs vida.



Película:
De dioses y hombres. Título original:
Des hommes et des dieux
.Dirección: Xavier Beauvois
País: Francia. Año: 2010. Duración: 120min.
Género: Drama
Interpretación: Lambert Wilson (Christian), Michael Lonsdale(Luc), Jacques Herlin (Amédée), Philippe Laudenbach (Célestin), Xavier Maly (Michel), Loïc Pichon (Jean-Pierre), Olivier Rabourdin (Christophe), Jean-Marie Frin (Paul), Olivier Perrier (Bruno).
Guion: Xavier Beauvois y Etienne Comar.
Producción: Martine Cassinelli y Frantz Richard.
Fotografía: Caroline Champetier.
Montaje: Marie-Julie Maille.
Diseño de producción: Michel Barthelemy.





La historia de 8 monjes que fueron asesinados el 21 de mayo de 1996 en Argelia, da vida a la película De Dioses y de Hombres, una historia cargada de simplicidad y silencio, que va llevando al espectador a ver como se confrontan la religión y la muerte.

El monasterio está rodeado por un poblado argelino que raya en lo miserable; los monjes (como es su deber) viven en función de la gente que los rodea a quienes ayudan con conservas, atenciones médicas y acompañamiento; el asesinato de unos extranjeros que trabajan en el lugar por parte de un grupo de terroristas islámicos, desata una gran tensión que acaba con la tranquilidad y pasividad en la que transcurrían los días para los lugareños.

La gran dificultad radica en que los monjes son franceses, no argelinos y además que profesan la religión católica en un país musulmán, debido a ello el ejército les ofrece protección pero se niegan por no creerlo necesario y porque el monasterio es territorio de Dios; los terroristas llegan al lugar buscando medicinas para un compañero herido y desde ese momento empezará una discusión entre los monjes sobre si deben quedarse o irse, es decir si deben elegir la evangelización o su vida.

Y allí está la gran apuesta de la película, pues los monjes viven para evangelizar, pero no pueden evangelizar sin vivir, en ese enfrentamiento vemos como el silencio se apodera de la cinta, un silencio que a veces es interrumpido por diálogos muy cortos, o por las canciones que cantan ellos mismos que se convierten en la banda sonora; acompañados además de planos muy amplios, dejando los primeros planos para muy pocas escenas.

Tal vez la escena más llamativa del film es en la que los monjes deciden celebrar la vida, al son del lago de los cisnes de tchaikovsky, una escena en la que lloran al escuchar esta obra donde es claro el enfrentamiento entre el bien y el mal, lucha en la que ellos se encuentran y en la que no se sabe quién gana.

La película se salva por el argumento, por el ambiente desarraigado y triste que se entreteje y que logra conmover, pero a las imágenes y a los diálogos les falta fuerza y contundencia frente a lo que se dice, le falta “mostrar” más el lugar y la población, es decir contextualizar al espectador desprevenido que no conoce absolutamente nada de lo que pasó y de cómo es la vida en Argelia, a ello hay que sumarle la metáfora del final, que en realidad termina siendo decepcionante.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Le Mariage à trois (Matrimonio de tres)



Entre el cine y el teatro

Matrimonio de tres, película del director francés Jacques Doillon, es una apología a las relaciones de pareja disfuncionales, cuenta la historia de Auguste (Pascal Gregory) escritor de obras contemporáneas de teatro, que ha sido abandonado por su novia Harriet (Julie Depardieu) para quien estaba escribiendo un papel como protagonista en su última obra; ella ha iniciado una relación con Theo (Louis Garrel), un joven actor que pretende ser el compañero de Harriet en el papel principal; en este trío “amoroso” entra Francy (Agathe Bonitzer) una joven que trabaja como asistente de Auguste y quien repentinamente pasará a ser la protagonista de la obra.

Desde el inicio se puede observar el tinte de teatralidad que se le da al film, todo por los diálogos que no hacen parte de un discurso oral espontaneo, sino que más bien se muestran planeados y muy bien elaborados, además de la locación (que es sólo una, una casa de campo donde vive Auguste, como si fuera un escenario), los personajes que son sólo cinco (no se observa un ser humano más en los 100 minutos que dura la película), y el tiempo que es real, pues no pasa más de lo que se muestra, hace que parezca más una obra de teatro, que una cinta cinematográfica.

Los personajes son un conjunto de seres excéntricos, sobre los cuales se empiezan a tejer unas redes de relaciones poco comunes y disfuncionales, todo porque Harriet quiere estar con Auguste pero a la vez con Theo; Auguste no soporta a Theo pero quiere estar con Harriet, sólo que al final se fija en su Joven asistente Francy, quien a su vez no desea una relación con ninguno, pero que luego decide estar con Auguste (un poco enredada nada más).

La fuerza de la película radica en la forma de contarla, pues es una historia redonda que no tiene grandes pretensiones, inicia con la llegada de Harriet, Theo y el representante de los dos (este último, poco relevante en la historia), a la casa de Auguste con quien tendrán una cena de trabajo, luego de todos los acontecimientos, entre tristes, sensuales, cómicos y extraños, los mismos tres personajes salen de la casa de la misma forma que entraron, pero todos ellos transformados.

No es una película que se desborda en recursos técnicos, es más bien simple, trabaja con planos muy largos, la musicalización es poca (violines y música clásica), la fotografía no es espectacular, pero gracias al mundo que se crea al interior y exterior de la casa, gracias al enredo de las relaciones de los personajes y a las alusiones constantes al sexo que no se muestra, la película es fácil de recordar porque desde el absurdo divierte de una forma acertada.

martes, 16 de junio de 2009

Aún hay cosas para decir... sin ocultar nada


Dirección: Isabel Coixet

Guión: Isabel Coixet

Reparto: Sarah Polley, Tim Robbins, Javier Cámara,

Eddie Marsan, Steven Mackintosh, Julie Christie,

Danny Cunningham, Leonor Watling, Emmanuel Idowu

Productores: Esther García

Productores ejecutivos: Agustín Almodóvar, Pedro Almodóvar

Productora: El Deseo, Hotshot Films

Distribución: Warner Sogefilms

Hanna ha sido maltratada por la guerra, tiene miedo que algún día amanezca llorando tanto, que sus lagrimas inunden la habitación, y Joseph que no sabe nadar, se ahogue en ellas; él nunca la ha visto… … aprenderá a nadar?.

La vida secreta de las palabras, es una película que narra la historia de Hanna (Sarah Polley), una mujer solitaria, con problemas auditivos; que trabaja en una fábrica textil; el sindicato la insta a tomar vacaciones, y ella al verse enfrentada nuevamente a la soledad y al mundo del que quiere huir, decide aceptar en su licencia, un trabajo de enfermera en una plataforma petrolífera, donde cuidará a Joseph (Tim Robbins), un hombre que ha perdido la vista temporalmente; entre ellos dos, se irá tejiendo un lazo no sólo de mentiras, si no también de verdades, de romanticismo, de dolor y de humor; ninguno de los dos volverá a ser el mismo después de este encuentro.

Es una película, que habla del pasado; de todo aquello que hace parte de la vida del ser humano y que muchas veces quiere olvidar… pero que no logra; una excelente película, que combina el dolor con la felicidad; un drama que no cae en clichés románticos, y que enseña que todo lo que decimos, tiene algo oculto.

Tal vez los Cinéfilos ya están acostumbrados a este tipo de personajes con Isabel Coixet, que había presentado en Mi Vida Sin Mí, a alguien parecido (con la misma actriz Sarah Polley), pero desde una perspectiva diferente (una mujer que decide enfrentar sola un cáncer, sin contarle a ninguno de los miembros de su familia); esto, combinado con la actuación de Tim Robbins que tal vez hace su mejor interpretación (la última importante la hizo en Sueños de Fuga del 2002, donde hace el papel de un preso condenado a cadena perpetua y donde sale bien librado), sumado a la música, hecha por Anthony y Johnson, que aunque puede parecer poca (siendo ella uno de los mejores recursos que utiliza el cine), en sus contadas tonadas, logra fusionarse con las escenas y con los momentos emotivos; todo esto, más la atmósfera de la planta petrolífera en medio del mar; lluviosa, oscura y gris, (que va muy bien con el tema y las emociones de los personajes); logra captar la atención del espectador.

Otro acierto de la cinta, es la voz de un narrador infantil, que aparece tal vez en los momentos donde la película parece no avanzar mucho, y que va creando cierto grado de suspenso y emoción… además aquella analogía que hace su personaje principal masculino (Joseph), de su relación con Hanna, y el cuento “La Señorita Cora” de Julio Cortázar (referencia que no se nombra pero que el espectador debe inferir), evidencia el gran trabajo hecho por Isabel Coixet para realizar el guion.

Tal vez la escena más conmovedora, es aquella donde Sarah Polley hace un monólogo de aproximadamente 10 minutos, donde cuenta su terrible y tormentoso pasado, y que hace que al espectador se le erice la piel y se le agüen los ojos. Aunque ya todo el mundo conoce las atrocidades de la guerra, el hecho de escucharlo de nuevo, (y más cuando lo hace Hanna narrándolo en tercera persona), resulta en extremo conmovedor… y tal vez allí radica la fuerza del film, pues el cine debe mover algo en el interior de quien lo ve…

En relación con los otros personajes de la historia, que resultan ser pocos, se encuentran desarticulados, aunque sus emociones sean parecidas a las de los personajes principales, sus apariciones muchas veces parecen aisladas y sin sentido, como la relación entre los dos trabajadores de la petrolífera, que no tiene nada que ver y en la cual no se profundiza ni se trasciende, o la del cocinero (interpretado por Javier Camára) quien realizó una estupenda actuación en Hablé con ella de Pedro Almodóvar; pero a quien no se le da la oportunidad de lucirse, por sus pocas apariciones e intervenciones… pero pese a esto, se destaca al desarrolla una historia que muchas otras películas han contado, (historias de amor marcadas por la guerra, entre ellas, Amor Eterno, La Vida es Bella, El viaje de Karol, entre otras), pero de una manera particular.

Seguro va a conmover al espectador porque aunque no hay muchos diálogos; los que hay, están bien hechos, bien escritos y bien actuados; aunque la película puede tornarse lenta, la buena fotografía, los cambios de escena y las hermosas locaciones, Hacen que sobren las palabras, aunque ellas tengan una vida secreta.